Me encontraba hace unos días sentada en el pupitre de clase, había una diferencia en cuanto a otros días comunes, no tenía un compañero al lado. Me entregaron el examen y comencé a leer detenidamente el texto, una vez, dos veces, cuando me disponía leerlo por una tercera vez me di cuenta de que trataba, justo en el momento en el que lo comprendí, aprecié que en la vida hay que aplicar lo mismo, muchas veces pensamos que no entendemos algo que ha ocurrido y simplemente por esta razón lo dejamos pasar, bien pues no es así. Cuando no entiendes algo lo que debes de hacer es buscar el por qué de que eso haya ocurrido, y una vez lo sepas seguir adelante y no estancarte en el pasado buscando una maldita respuesta que esperas que venga y que en el fondo sabes que nunca llegará. El ser humano está creado para adaptarse a los cambios pero desgraciadamente muy pocos tienen la capacidad de guardar los recuerdos en un cajón y seguir adelante, y no estoy hablando de olvidar tu pasado, ¡no!, estoy hablando de guardarlo en el fondo de tu mente y vivir el presente ansiando el futuro, sólo así podremos seguir adelante y adaptarnos a lo que la vida nos va a traer. Hacedme caso, si muchas especies han conseguido adaptarse a cambios para proseguir con su evolución, nosotros podemos acatar cualquier cosa insignificante de la cual hacemos un mundo.