lunes, 14 de mayo de 2012
Mi abuela siempre me dice que el verdadero amor no es tan ciego, cuando le pido que me lo explique simplemente cita esta frase " el verdadero amor no es tan ciego, ve tanto las faltas como las virtudes, y acepta la realidad de que nadie es perfecto". Me pongo a pensar en el amor que mis abuelos se tenían, bueno se siguen teniendo aunque no estén juntos, y los admiro, admiro ver eso que parece tan alcanzable pero que es tan difícil, la convivencia y la rutina. Conseguir superar estas dos cosas puede llegar a ser el trabajo más arduo de nuestra vida. Cuando le pregunto a mi abuela como lo hicieron nada más contesta, "porque nos queremos" y me da ganas de echarme a llorar al igual que lo hace ella cada vez que lo recuerda, y es que esta es la realidad, cuando quieres a alguien lo quieres desde el peor de sus defectos, hasta la mayor de sus virtudes, así es, y quien no lo entienda simplemente es porque habla desde la ignorancia de nunca haber sentido este sentimiento, desgraciadamente me incluyo en estos ignorantes, pero bueno, todavía me quedan muchos, muchos años por vivir.
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